Quien atiende a decenas de clientes diariamente que lo diga… la gran parte de las personas no sabe que es un tarifario, y mucho menos que tiene uno en su móvil.
Sugerencias para cambiarse el tarifario para uno más adaptado al perfil del utilizador, son muchas veces encaradas como propuestas indecentes, de cariz más o menos secreto. Sin embargo, el tarifario es algo inherente a cualquier tarjeta. Además, el hecho de que los móviles funcionan con una tarjeta aún suena como que a ciencia ficción. Frases como “Mi móvil no tiene tarjeta – es de contrato” son ya clásicos de atendimiento. Cuando la competencia obligó las operadoras a crear cada vez más productos y tarifarios, el concepto se convertió en más familiar. Sin embargo, las dificultades de dicción o entendimiento permanecen. El primogénito de los productos prepagados de Optimus – el “Boomerang” fue objeto de varios cambios de nombre, por lo menos en la boca de los clientes: desde “hamburguesa”, pasando por el musical “merengue”, o el muy farmacéutico “ben-u-ron” hasta el “boneranza”. Ya con TMN el “Smile” y sus variantes “super smile” y “mega smile” fueron por varias veces rebautizados de “sémil” o “smele”. Por otro lado, hay también quién cree asociaciones entre los distintos tarifarios: el “super pako”, o el “mimo-spot” son expresiones de los clientes – quién sabe si la moda se queda… Pero si piensan que es a causa del inglés, desequivoquense: Telecel, cuyo primer pre-pagado fue bautizado de Vitamina llegó a ser llamado “naranjina” por los utilizadores más distraídos.
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